La vivienda unifamiliar aislada, situada en urbanizaciones de lujo de Uleta, refleja el fracaso de la arquitectura para dar soluciones que aporten una lectura comprensible del lugar.
Situada en el límite de la propia urbanización, esta vivienda se apodera del paisaje industrial que tiene enfrente, recogiendo un tipo de sección muy eficaz que permite cumplir los requisitos iniciales del cliente: privacidad y luminosidad.
Se manipula un pequeño contenedor industrial, modificando la sección para encajar las piezas de la planta superior sin alterar la lectura unitaria del espacio.
Al atravesar el umbral, el aparente hermetismo se convierte en cascada de luz. El interior es blanco, sencillo y luminoso, el exterior oscuro y hermético suavizado por el uso de la madera.
El resultado final, ironiza sobre los logros de cierta arquitectura doméstica, sugiriendo además la ambigüedad entre el interior y el exterior.
La vivienda unifamiliar aislada, situada en urbanizaciones de lujo de Uleta, refleja el fracaso de la arquitectura para dar soluciones que aporten una lectura comprensible del lugar.
Situada en el límite de la propia urbanización, esta vivienda se apodera del paisaje industrial que tiene enfrente, recogiendo un tipo de sección muy eficaz que permite cumplir los requisitos iniciales del cliente: privacidad y luminosidad.
Se manipula un pequeño contenedor industrial, modificando la sección para encajar las piezas de la planta superior sin alterar la lectura unitaria del espacio.
Al atravesar el umbral, el aparente hermetismo se convierte en cascada de luz. El interior es blanco, sencillo y luminoso, el exterior oscuro y hermético suavizado por el uso de la madera.
El resultado final, ironiza sobre los logros de cierta arquitectura doméstica, sugiriendo además la ambigüedad entre el interior y el exterior.
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